domingo, 6 de junio de 2010

Solange es una niña común y corriente, pero a veces se siente como un fenómeno, como un pez fuera del agua, como si algo en ella no encajara con los demás. Solange respira, come, habla y camina, como todos. Ella también ríe y llora, canta y baila, ama y odia; como todos. Sin embargo, a veces Solange cree que siente más de lo común, más de lo que sanamente debería sentir. A Solange las cosas le llegan hasta bien al fondo, la remecen por completo y se quedan ahí, se arman una carpita con una fogata y acampan por mucho, mucho tiempo. Incluso, hay veces que Solange se acostumbra y se olvida de ellas, pero como son orgullosas de improvisto a parecen de nuevo ante ella y la desarman por completo. Aunque, por otra parte, las cosas buenas también encuentran su lugar, y le sacan una sonrisa día a día.
Solange es de esas niñas a las que les gusta soñar, despierta o dormida, donde sea, a la hora que sea. Ella sólo duerme por el placer de dormir, porque le gusta olvidar y crear un mundo aparte.
A Solange le gusta imaginar, a cada minuto, a cada segundo. Ella estira sus alas, y sólo se deja llevar.