miércoles, 31 de diciembre de 2008

A los deseos y sentimientos les encanta jugar sucio y darte malas pasadas. Lo sé porque el otro día me lo dijeron, y lo peor de todo es que yo aún así les creo. Es como si fueran sadomasoquistas, ¿no creen? O bueno, depende del punto de vista se podría decir masoquista. La cosa es que les encanta adornarte la realidad y después mostrártela tal como es. Entonces ahí tú piensas "¿Por qué creí?". Según mi punto de vista existen dos tipos de personas: Las que creen todo y las que no te creen ni lo que rezas. A las que creen todo les puedes inventar la historia más irreal, adornarla y adornarla y hacerla parecer una de esas novelas fántasticas de Julio Cortázar, y aún así se lo creen y te preguntan :"¿En serioo?", y las que no creen simplemente te miran y se van. Lo admito, yo soy de las que se lo cree todo. ¿Por qué tendrían que mentir los demás?
Ven, eso es ser ingenua. O simplemente we-o-na.

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