sábado, 28 de febrero de 2009

Doctor, La hora es a las 10:20

Odio los médicos, corrección, odio ir al médico. Como que me estoy cansando un poco, y aunque me encariñe con mis doctores, podría facilmente hecharle unos improperios encima al que vea de nuevo. Oye, cansa eso de que te estén revisando con sus aparatos extraños, que te toqueteen entera (auqnue no sea con intención), que digan :"Respire hondo", "Más hondo", "Ya ahora más suave", "Hondo otra vez". Me colapsa la sensación de que están todos pendientes de ´mí y de lo que hago, y es peor cuando, ádemás, hay practicantes. Imagínense tres personas haciéndote todo lo anterior, heavy no?
Creo que mi vocación no es la medicina.

1 comentario: